jueves, 13 de octubre de 2011

Un futuro Cofrade

Uno de los factores de los que llevamos un tiempo sin hablar, es sin duda, el tema de la realización de los estatutos diócesanos para las hermandades y cofradías, que desde nuestra diócesis se ha mandado a hacer a las cofradías, nuestra hermandad fue la primera de nuestro pueblo en realizarlos, y así consta en el ministerio de asuntos religiosos, y aún que los estatutos y RRI están en proceso de revisión, de momento tenemos el trabajo ya hecho, gracias a Dios. El plazo, para la realización voluntaria de los estatutos, por llamarlo de alguna manera, finaliza en febrero del año 2012, apenas si quedan 5 meses, apartir de entonces, la diócesis, dará un toque a aquellas cofradías, y juntas mayores que no los hayan realizado. La pregunta viene dada por ¿qué sucederá con aquellas cofradías que se nieguen en rotundo a realizarlos?, deberá ser un movimiento tanto de la diócesis como de la propia junta mayor, en el caso de intentar convencerlos hasta el final, y si aún persisten, imagino que se deberán tomar medidas, como hasta la propia negativa a que procesionen según se llego a comentar en la explicación de estos estatutos el año anterior en Rojales en el encuentro provincial de cofradías, ya que eso normal que no se llegue a entender eso de "De la Iglesia pero sin la Iglesia". Muchas cofradías de nuestra provincia, fueron fundadas por familias, que pagaron sus enseres y demás, pero abrieron la entrada a la misma a cofrades en general, con lo que, si se realizan los estatutos, tal como se estipula en ellos, dicha cofradía y su gobierno será de todos los cofrades, ellos serán los que tomen decisión sobre la propia cofradía, y en el caso de la disolución de la misma como bienes eclesiales, pasarían a ser administrados por la diócesis. 
Por nuestra parte siempre defendemos y defenderemos la integración de todas las cofradías, penitenciales y de gloria, en la diócesis, ya que de esta manera los cofrades son los que regirán la vida de sus cofradías, y, errores garrafales de antaño por desastrosas y caóticas administraciones de algunas de ellas, se podrán evitar con una cesión a tiempo, o una rectificación en el modelo a seguir, siempre  bajo la supervisión de la diócesis, y en todo momento de la legalidad, amparada en el derecho canónico y en el código civil.
Por otro lado, la integración de las cofradías en la diócesis, indica que, tarde o temprano, las cofradías, tomen su justo lugar, y sean, las que, como sucede en otros puntos de nuestra geografía, lleven las parroquias, y la fe hacia adelante, pués si no, ¿Que sentido tiene una cofradía?.