lunes, 31 de diciembre de 2012

QUERIDA AMIGA:

En Enero comenzábamos a caminar, un nuevo año delante de nosotros, con las mismas espectactivas que el anterior o más, y sobretodo llenos de una gran ilusión, obras de Caridad y los ansiados ensayos costaleros. 
En Febrero era la primera vez que Ntro. Padre Jesús de la Salud recorría su pueblo, y lo hacía entre las oraciones de la gente y el silencio de sus calles. 
Marzo fue muy grande, amiga, a nuestra hermandad le entregaron la medalla de la Orden de San Cristóbal, se montó una buena en nuestro pueblo, y la verdad es que nos puso a prueba a todos, nervios, tensión y trabajo, mucho trabajo. 
Abril, salieron a la calle, un Domingo de Ramos repleto de gente que los esperaba, de ganas de verlos cerca de las casas de la gente, de verlos caminar, inolvidable. 
En Mayo nos invitaron a las Conferencias de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén y allí conocimos a grandes personas y mejores amigos, y a mediados asistimos al relevo del caballero de la Orden de San Cristóbal del Conseller de gobernación al teniente general de la OTAN en valencia, y como no, los primeros cultos en honor de Ntro. padre Jesús de la Salud con abrazo de la cruz que Él lleva y ofrenda de flores.
Junio como siempre fue nuestro: caminata a San pascual, preparar el altar del Corpus y convivencia a Calasparra disfrutamos como niños además vino mucha gente. 
En julio, como te puedes imaginar en la convivencia de Costaleros nos faltabas tú. A mediados fuimos a Cox andando con nuestro Simpecao a ganar el jubileo, yo se que muchos lo hicieron por ti. 
Septiembre llegó con caridad otra vez, esta vez para Fontilles para los leprosos que allí habían. 
Octubre, como ya sabes fue agridulce, dulce por que por primera vez participábamos de lleno en las fiestas de nuestra patrona sin impedimentos, además celebrábamos el comienzo del V aniversario, se hacían conferencias, se adornaba la calle, nos reuníamos casi todos a comer, salía la Virgen en rosario entre oraciones y silencio y se nombraba H. Mayor Honorífica a Marien, nuestra Marien. 
Y agrio por que se nos marchaba gente, gente buena que sabe que siempre tendrá un hueco en nuestro corazón y en nuestra hermandad, y con la que comenzábamos a soñar,construir una nueva hermandad tras el incidente del 2010. 
En noviembre, realizábamos la 5ª presentación del cartel de cultos en la Ermita de la patrona, esta vez venía la banda de San Isidro a tocar las marchas del concierto, y les estaremos eternamente agradecidos.
Y diciembre llegó con la fuerza de la Caridad y de los cultos, Caridad por que recorrimos diferentes lugares para colaborar en recogidas de alimentos y cultos por que fueron los de nuestra madre y reina, ya lo sabes.
Por aquí siguen las cosas igual, llevamos mucho trabajo, y los que quieren estar a nuestro lado están y los que no, pues siguen haciendo de las suyas. Sabemos que tú desde allá arriba nos estás echando un cable, bastante grande, sabes que te lo agradeceremos siempre. Te pido que en este año que comienza nos enseñes a ser cada vez más humildes, a darnos cuenta de lo que realemente importa, a ser mejores personas y cofrades, a ayudar cada vez a más gente, a servir cada vez más, y a que, si puedes, que cada vez seamos uno más, que nosotros pasaremos, por que antes o después nos volveremos a ver y volveremos a mantener esas charlas hasta la madrugada, hablando de cofradía , y que lo único que quedará es el trabajo y el esfuerzo que hagamos hoy que se reflejará en la Cofradía. 
Por cierto dale mucho besos a Marien, que aquí se le echa mucho de menos, y que nos ha dejado a todos un hueco que no volverá a llenar nadie. Y dale, como tu sabes, las gracias. 
En cuanto a ti, ya sabes que a día de hoy aún te echamos de menos, que no te hemos olvidado, que en mi cabeza aún suena tu guitarra, y que no nos descuides, por muy cabezones que seamos, por mucho que nos equivoquemos, no nos descuides por que tú sabes lo que ha costado y cuesta llevarlo. 
Por último te pido para que el 2013, sea algo mejor que el 2012, y si no es así, que nos des fuerzas a todos los Albaterenses para dejar nuestras rencillas a un lado y echarnos una mano, unos a otros. 

Sin nada más recibe un abrazo de esos que siempre te achuchaba cuando te veía, u un grandísimo beso Esther.