jueves, 6 de junio de 2013

Corpus de "Salud y Esperanza"


Para empezar este mes de junio, nuestra hermandad, como viene haciendo ya desde años atrás, fue la encargada de montar un altar para el Corpus Christi. Este año hemos elegido, la imagen de María de la Fe, ya que todos los años seleccionamos una diferente para exponerla en lo alto del altar, dejando a ver, de esta manera, las diferentes esculturas que al entrar en la iglesia, no se perciben a primera vista.

Para comenzar la elaboración del altar, nos juntamos un par de días antes para ir agilizando el proceso, en los bajos de la iglesia, donde esta situada la hermandad. Ya distribuidos en grupos nos repartimos el trabajo, de manera que mientras un grupo montaba la estructura, otro grupo se encargaba del arreglo floral, otro de ir pintando piedras... de modo que todos juntos fuimos dándole forma al proyecto pensado previamente. Pero no todo es trabajo, por lo que además de trabajar también pasamos una buena noche, llena de risas, compañerismo y como no ilusión.

Por fin llegó el día de terminar el proyecto que teníamos para el Corpus, de darle forma y perfeccionar aspectos que, una vez puestos a montar, no terminaban de convencernos. Ese domingo quedamos temprano, concretamente a las 9:00 de la mañana en la Plaza de Albatera, lugar donde todos los años colocamos el altar, esa mañana puede resumirse básicamente en trabajo, unión y como no, esperanza para que el altar quedase tal cual todos los allí presentes habíamos imaginado. Pero esa misma mañana no lo terminamos, ya que a las 11:00 nos desplazamos hasta la localidad de Rafal, donde nuestro coro rociero actuaba para amenizar la romería de la Virgen del Rosario, patrona de este pueblo.

Y como no, tras todo lo que hemos nombrado más arriba, llegó el momento de darle las últimas pinceladas y terminar el altar, para que todos los asistentes a la procesión pudieran disfrutar de él. Una vez terminado y casi llegando ya la procesión hasta nuestro altar, nos acercamos junto a nuestro hermano mayor al altar que nos precedía, que correspondía al de Nuestra Patrona la Virgen del Rosario. Una vez allí y siguiendo al simpecao de la hermandad, recibimos y acompañamos, tanto a la custodia como a los niños de la comunión a nuestro altar, para intentar que de este modo, le pudiese llegar a todo el pueblo de Albatera, y se llenasen de "Salud y Esperanza".  

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